Inclusión: La educación social para todos promueve la inclusión de todas las personas en el sistema educativo, incluyendo a aquellos con discapacidades, estudiantes en situación de vulnerabilidad, minorías étnicas y cualquier otro grupo que pueda enfrentar barreras para acceder a la educación.

Equidad: Se esfuerza por eliminar las desigualdades en el acceso a la educación y en los resultados educativos. Esto implica proporcionar recursos adicionales y apoyo a los estudiantes que lo necesitan, de modo que tengan las mismas oportunidades que sus pares.

Diversidad: Reconoce y valora la diversidad de experiencias, culturas y perspectivas en el sistema educativo. Fomenta la comprensión y el respeto entre las personas de diferentes orígenes y creencias.

Accesibilidad: Garantiza que las instalaciones educativas y los materiales sean accesibles para todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades físicas o cognitivas. Esto puede incluir la adaptación de recursos y la provisión de apoyos específicos.

Calidad: Busca la excelencia en la educación, asegurando que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de alta calidad que promueva el aprendizaje y el desarrollo personal.

Participación: Involucra a los padres, tutores y comunidades en el proceso educativo, reconociendo que la educación es responsabilidad de toda la sociedad.